9 de enero de 2007

¿Podrá sobrevivir este mundo?


Ninguna otra generación ha oído hablar tanto acerca del fin del mundo. Muchos temen que el mundo termine en un desastre nuclear. Otros creen que la contaminación pudiera destruirlo. A otros les inquieta la posibilidad de que el caos económico haga que masas de la humanidad se lancen unas contra otras.

¿Es realmente posible que este mundo termine? Si es posible, ¿qué significaría eso? ¿Ha terminado alguna vez un mundo antes?

Acaba un mundo; otro lo reemplaza

Sí, hubo un mundo que terminó. Considere al mundo que se hizo muy inicuo en los días de Noé. La Biblia explica: “El mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua”. La Biblia también dice: “[Dios] no se contuvo de castigar a un mundo antiguo, sino que guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con otras siete personas cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía”. (2 Pedro 2:5; 3:6.)

Note lo que significó y lo que no significó el fin de aquel mundo. No significó el fin de la humanidad. Noé y su familia sobrevivieron al Diluvio global. También subsistieron el planeta Tierra y los hermosos cielos estrellados. Lo que pereció fue “un mundo de gente impía”, un sistema de cosas inicuo.

Con el tiempo, a medida que la prole de Noé aumentó, se desarrolló otro mundo. Ese segundo mundo, o sistema de cosas, ha existido hasta nuestro mismo día. Su historia ha estado llena de guerras, delito y violencia. ¿Qué le sucederá a este mundo? ¿Podrá sobrevivir?

El futuro de este mundo

Después de decir que el mundo de los días de Noé fue destruido, el relato bíblico continúa así: “Por la misma palabra los cielos y la tierra que existen ahora están guardados para fuego”. (2 Pedro 3:7.) Sí, como lo explica otro escritor bíblico: “El mundo [el que existe hoy] va pasando”. (1 Juan 2:17.)

Lo que la Biblia dice no significa que la Tierra literal ni los cielos estrellados pasarán, tal como no pasaron en los días de Noé. (Salmo 104:5.) Más bien, este mundo, con sus “cielos”, o gobernantes bajo la influencia de Satanás, y con su “tierra”, o sociedad humana, será destruido como si fuera por fuego. (Juan 14:30; 2 Corintios 4:4.) Es tan seguro que este mundo, o sistema de cosas, perecerá como es seguro que pereció el mundo antediluviano. Jesucristo hasta dijo que la situación de “los días de Noé” fue ejemplo de lo que sucedería precisamente antes del fin de este mundo. (Mateo 24:37-39.)

Es significativo el hecho de que cuando Jesús habló de los días de Noé lo hizo en respuesta a esta pregunta de sus apóstoles: “¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?”. (Mateo 24:3, Reina-Valera, 1934.) Los seguidores de Jesús sabían que este mundo terminaría. ¿Los atemorizaba esta perspectiva?

Al contrario; cuando Jesús describió sucesos que ocurrirían antes del fin del mundo instó a sus seguidores a regocijarse ‘porque su liberación se habría acercado’. (Lucas 21:28.) Sí, ¡se les libraría de Satanás y de su inicuo sistema de cosas y pasarían a un nuevo mundo pacífico! (2 Pedro 3:13.)

Pero ¿cuándo terminará este mundo? ¿Qué “señal” dio Jesús de su “venida, y del fin del mundo”?

“La señal”

La palabra griega traducida aquí “venida” es pa·rou·sí·a, y significa “presencia”, es decir, en realidad hallarse a la mano. Por eso, el ver “la señal” no significaría que Cristo estaría por venir, sino que ya habría regresado y estaría presente. Significaría que ya habría empezado a gobernar invisiblemente como rey celestial y que pronto pondría fin a sus enemigos. (Revelación 12:7-12; Salmo 110:1, 2.)

Jesús no dio sencillamente un acontecimiento como “la señal”. Describió muchos sucesos y situaciones de alcance mundial. Todos estos se presentarían durante el tiempo que los escritores de la Biblia llamaron “los últimos días”. (2 Timoteo 3:1-5; 2 Pedro 3:3, 4.) Considere algunas de las cosas que Jesús predijo que serían indicación de “los últimos días”.

“Se levantará nación contra nación y reino contra reino.” (Mateo 24:7.) En tiempos modernos la guerra ha sido de mayor magnitud que en todo el pasado. Un historiador señaló lo siguiente: “La Primera Guerra Mundial [que empezó en 1914] fue la primera guerra ‘total’”. Sin embargo, la segunda guerra mundial fue mucho más destructiva. Y la guerra sigue causando daño por toda la Tierra. Sí, ¡las palabras de Jesús han tenido un cumplimiento dramático!


“Habrá escaseces de alimento.” (Mateo 24:7.) Después de la I Guerra Mundial vino un hambre que quizás fue la mayor de toda la historia. También hubo hambre terrible después de la II Guerra Mundial. Un azote de desnutrición afecta hasta a la quinta parte de la población de la Tierra, y es causa de la muerte de unos 14.000.000 de niños cada año. ¡Ciertamente ha habido “escaseces de alimento”!

“Habrá grandes terremotos.” (Lucas 21:11.) Como promedio, desde 1914 la cantidad de las personas que han muerto cada año debido a terremotos ha sido unas diez veces mayor que en siglos anteriores. Considere solo algunos de los principales temblores y la cantidad de muertes que causaron: 1920, China, 200.000; 1923, Japón, 99.300; 1939, Turquía, 32.700; 1970, Perú, 66.800, y 1976, China, alrededor de 240.000 (o, según algunas fuentes, 800.000). ¡Ciertamente “grandes terremotos”!

“En un lugar tras otro pestes.” (Lucas 21:11.) Inmediatamente después de la I Guerra Mundial unos 21.000.000 de personas murieron de la gripe española. Science Digest informó: “Jamás en la historia había habido una calamidad mortífera más severa ni rápida”. Desde entonces, las enfermedades cardíacas, el cáncer, el SIDA y muchas otras plagas han causado la muerte de centenares de millones de personas.


“Aumento del desafuero.” (Mateo 24:12.) Se reconoce que desde 1914 nuestro mundo ha sido un mundo de crimen y violencia. En muchos lugares nadie se siente seguro en las calles, ni siquiera durante el día. Por la noche la gente permanece en sus hogares tras puertas cerradas con llave y aseguradas, con temor de salir.

Se predijeron muchas otras cosas para los últimos días, y todas también se están cumpliendo. Esto significa que el fin del mundo está cerca. Felizmente, sin embargo, habrá sobrevivientes. Después de decir que “el mundo va pasando”, la Biblia promete: “El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. (1 Juan 2:17.)

De modo que tenemos que aprender la voluntad de Dios y hacerla. Entonces podemos sobrevivir al fin de este mundo y disfrutar eternamente de las bendiciones del nuevo mundo de Dios. La Biblia promete que en aquel tiempo: “Dios [...] limpiará toda lágrima de [los] ojos [de la gente], y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor”. (Revelación 21:3, 4.)

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